Dia Made In Taiwan

2-7-2011

Nos despertamos y Moto nos acompanyo hasta la estacion de metro/tranvia mas cercana. Nos despedimos y quedamos para el dia siguiente, pues el tenia ciertos compromisos. Nos metimos en el metro y fue como volver al primer dia de Korea. Todo escrito en chino, la gente hablando chino, y ninguno de los dos sin saber nada de chino. Lo primero que hicimos fue ir al hotel que habiamos reservado la noche anterior.

Salimos del metro y nos vimos rodeados de carteles en chino y sin entender nada. Por fortuna, un hombre se nos acerco y nos pregunto que si necesitabamos ayuda. Le dimos la referencia del hotel y nos acompanyo hasta la puerta de un edificio enorme. Luego nos dijo que el albergue estaba en el piso 22, y que suerte.

Que Moto nos acogiera fue todo un puntazo. Por lo tanto, el golpe de suerte, siguiendo la tradicional ley del karma, se debe ver contrarrestado con alguna desafortunada situacion. Llegamos al albergue y preguntamos por nuestra reserva. Al parecer, tras leer y releer los libros de reservas en chino, llamar a una encargada, llamar a otra, volver a releer los libros chinos y llamar a una cuarta chica, nos dijeron que no tenian ninguna reserva. Decidimos comprobar el mail de confirmacion que recibimos al hacer la reserva. En el tercer ordenador que probamos (los otros dos dieron diversos problemas que las chicas no supieron explicar porque "siempre funcionan bien") comprobamos la reserva y las chicas, muy educadamente, nos dijeron que ese albergue no era el albergue en el que habiamos hecho la reserva. Hay gente lista, gente despistada y luego estamos nosotros.

Total que tras recibir un mapa improvisado de las cuatro taiwanesas, nos dirijimos ahora si al albergue correcto, confirmamos nuestra reserva, recibimos nuestra habitacion, y salimos a visitar Taipei.

Encuentra la H y la F de nuestro hostel... asi muy buena pinta de primeras no tiene...

Llegamos hasta el edificio que segun el mapa de las taiwanesas era nuestro nuevo albergue. Una vetusta anciana taiwanesa nos guio hasta la entrada y un taiwanes de mediana edad nos dijo que podiamos dejar alli las maletas hasta que la habitacion estuviera lista. Aprovechamos el tiempo que nos ofrecian para acercarnos a un centro comercial y comer algo. Al volver, en lugar del hombre de mediana edad nos recibio el maestro mijagui, nos dio la llave de la habitacion y nos deseo una feliz estancia.

Deliciosa comida taiwanesa de nombre impronunciable

El metro muy bien senyalizado y ordenado, mas incluso que en Korea, que ya es...

Cosas raras las tienes en todos sitios

Lo primero que visitamos fue el templo de Confucio (confunista? confucionista?). Nos dimos una vuelta, admiramos la sala central y algunas tabletas y vimos como unos tecnicos preparaban un equipo de sonido para una representacion teatral. Al ir a salir nos encontramos con una taiwanesa que nos ofrecio una guia en ingles gratuita por el templo. Junto a la guia, comprendimos la sala central y entendimos las tabletas, y escuchamos muchas historias interesantes acerca de cada esquina del templo.

Aqui en Taiwan, como nos dijo Moto, todo el mundo tiene un telefono movil y una moto. En muchos semaforos, tiene esta especie de caja para que las motos se adelanten y salgan antes.

Tras el templo confucionista, nos dirigimos al templo Bao-an, en el que, sin guia, volvimos a admirar la sala central y, en este caso, las estatuas de las deidades, pero sin llegar a comprender del todo el asunto.

Decidimos cambiar el estilo de turismo y visitamos el museo de Arte Moderno, donde vimos exposiciones de pintores taiwaneses (algunas sorprendentes, otras no) y ya con la caida del sol nos volvimos al albergue.

Esta mujer usaba el parasol del coche a modo de armadura autobot.

Restaurante ambientado en un cuarto de banyo cerca del mercado de Shilin...

Por la noche decidimos visitar el mercado nocturno de Shilin y tomarnos unas cervezas taiwanesas, por aquello de ver la ciudad tanto de dia como de noche...

Sushi Take Away!!! Bueno bonito y barato!