miércoles, 1 de septiembre de 2010

Día 2 - Tropiezo y cojeo.II



Resulta que hace dos días, me dediqué a recorrerme el barrio (y los barrios vecinos) buscando un cable para conectar la cámara al portátil y pasar las fotos.
Encontré toda clase de tiendas, y en ninguna tenían el cable. Tiendas de ordenadores, cybers, tiendas de móviles, talleres donde reparaban-vendían máquinas de coser, supermercados, ultramarinos, talleres de coches, tiendas de ropa, tiendas de fotos...

Al final, volví resignado a la residencia.

Antes que nada tengo que decir que ayer me compré un lector de tarjetas para el portátil (al no encontrar el cable en una tienda de electrónica de la universidad) y me lo dejé en el escaparate de la tienda, que listo eres Miguel.

La cosa es que estaba volviendo a la residencia, y para llegar hay que ascender una cuesta muy empinada. Cuando iba por la mitad me encontré con un joven koreano que deambulaba de un lado al otro y además, cojeaba. Continué andando, como el resto de gente, pero algo me hizo pararme. Desde un poco más arriba me quedé mirando como el pobre apenas podía apoyar el pie derecho, y aún así seguía intentando subir. Me acerqué y le ofrecí ayuda. Me dijo que gracias, y en seguida me pasé uno de sus brazos por encima y le ayudé a subir.

Le dije que paráramos en mi residencia, que llamaría a un taxi, pero él, entre "zenkiu" y "zenkiu", me dijo que no, que quería ir a ... (vease extraño nombre koreano). Cuando me habló, casi me emborracho yo con su aliento. Ascendimos y me dijo de girar a la izquierda. Pensé que quería ir al hospital, que no para lejos de allí, así que le acompañé hacia allí. Un minuto después, cuando nos acercamos al campo de fútbol que hay entre la residencia y el hospital, me señaló hacia el campo en lugar de hacia el hospital.

"Si, hombre, estás tu como para ponerte ahora a jugar".

Pronto se acercó un koreano, me miró, miró al koreano que llevaba arrastrando, dijo "xinxanxinpun" y lo cogió por el otro brazo. El otro koreano comenzó a andar hacia el campo de fútbol. Yo les seguí, extrañado. En seguida otro koreano vino y me reveló. Yo continué siguiéndoles hasta el campo y gradas abajo. Cuando llegué abajo, me encontré a 39 korean@s colocados en posición (En filas y columnas). Al joven cojo borracho lo arrastraron hasta un hueco que quedaba entre los 39. Cuando el joven llegó, los 39 se pusieron a bailar y cantar, y el pobre joven se desplomó.

Mientras los 39 bailaban, al joven lo arrastraron fuera. Yo me senté a verlos bailar y cantar, y unos koreanos se me acercaron a darme conversación (Que si de donde eres, Oh! Espania! David Vil·la!) y les pregunté qué demonios estaba pasando, que si se habían vuelto locos.

Me explicaron que eran el grupo de animadores de la universidad, y estaban practicando para los Korea Games (Ya os hablaré de ello). Resulta que les enseñan a ser 1, no 40, y hasta que no están todos no empiezan. Por eso el pobre chaval tenía tanta necesidad de ir allí. Resulta que justo ese día, habían tenido un evento antes del ensayo, y habían estado bebiendo. ¡Estaban todos borrachos!

Mientras bailaban, cantaban y se reían, y de vez en cuando alguno se caía redondo al suelo. Entonces venía un "monitor", le pegaba con una bandera, el otro se levantaba, ambos se reían y seguía bailando. Esto sucedió muchas veces a lo largo de la tarde. Yo me quedé allí hablando y conocí a un grupo de koreanos y koreanas muy majete. Me han invitado a ver el ensayo de hoy. Supongo que me pasaré a ver si están o no borrachos hoy...


PD: Hoy es el cumple del (todavía) Presidente, y con él inauguro mi colección de fotos con objetos!



FELICIDADES MONIATO!!!


PD2: la subo también al tuenti por si queréis comentarla, que parece que aquí os da miedo!! (algunos, los más peseteros..)

8 comentarios:

  1. ¡¡Jajajajaj!! ¡Qué aventura, Miki! Para mí que los del Korea Games te contaron un "cuento coreano"(jajajaj), son de alguna secta y te quieren reclutar, y lo del cojo estaba friamente premeditado... seguro. :)

    ¡¡¡¡Qué buen corazón tienes!!!! Seguí así. Un gran abrazo.
    -Rocha-

    ResponderEliminar
  2. Madre mía Miguel!! que generoso fuistes con el Koreano y gracias a eso te has hecho más amiguitos, jajajaja.

    Sigue contandonos tus aventuras, algún día te las robare y editare un libro con ellas, XD.

    Hasta la proxima Miguel!

    ResponderEliminar
  3. Eso te iba a decir, sigue contandonos tus aventuras =) te parecera una tonteria pero así te podemos imaginar!
    Un abrazo Sr Armero =)

    Angel

    ResponderEliminar
  4. Es la primera vez que te hago un comentario. ¡¡Me encantan tus aventuras coreanas!! Willy Fogg a tu lado ...!

    ResponderEliminar
  5. Hoy solo te puedo dar un consejo: " Si vuelves a ver a un koreano cojeando borracho, no le cojas del brazo y le lleves a cualquier sitio que no sea un hospital. U hospital, o pasas de él...." me habias asustado en el momento en el que te llevaba al huerto, digoo....al campo de futbol! xDD

    ResponderEliminar
  6. Ya podia ser la camiseta del peset...y asi hacias un poco de propaganda...a no ser que sea de quique y tenga un sentido mas sentimental.
    yo pensaba que los chinos/coreanos no se emborrachaban.

    Andreu

    ResponderEliminar
  7. Atiende! 0_0
    La teoría de estructuras y yo estamos contigo Miguel! (hasta el día 10)

    Como es un coreano borracho, sonríen y se agachan? como un español normal, gritón y baboso? Yo es que me imagino a Shin-Chan borracho y cosas así, nada con sentido.

    josep

    ResponderEliminar
  8. ¡Hola, Miguel! ¡Cuántas aventuras en tan pocos días!

    En esta familia acabamos de leerte y todavía no salimos de nuestro asombro, los peques y ya no tan peques abren unos ojos como platos, algo muy poco coreano, supongo.

    Nos dió María tu emaill, ahí te mandaremos alguna otra cosilla...

    Abrazos del tío Paco y demás..

    ResponderEliminar